miércoles, 26 de noviembre de 2008

Recital de Invierno

Ayer noche volví a reencontrarme con la poesía. Caminaba descalza sobre el escaño de un suspiro y me invadió una gota de paz. Hacía un año del primer recital, tal día como un 29 de noviembre de 2007. Lugar, el Savor, en Salamanca.

Quería que fuera un homenaje a aquel, y se convirtió en una noche en el autocine, viendo la película a través del parabrisas, escuchando el sonido acorchado del mar, amando locamente, sintiendo...

Los recitales forman actualmente parte de mi vida poética, quizá profesional, mas siempre personal. Dicho esto y habiendo rememorado el primero, llegó el segundo, en marzo de este mismo año. Y el tercero, durante el cuarto aniversario del Delicatessen Café, de rojo, en un momento delicado, dedicado.


Y poco antes del verano, el cuarto, otra vez en el Savor. Fue un recital tiernamente duro, viajamos durante una hora por algunos de los lugares de la geografía española, huellas en mi vida. Y durante el estío visité Villadepera, un pueblecito cercano a Los Arribes y les hablé de mi amor y mi desamor, del mar, del silencio.

Así atardeció y el otoño se entregó de lleno...rojizo, a la poesía, y volví al Savor, en octubre, para compartir con los allí presentes mi primer poemario, bajo tus manos. Fue una noche mágica, achelada, curiosa, a veces indecente.

Y vuelvo a ayer, un "nuevo" recital, sencillo, el más sentido, el mejor de todos (hasta este momento de mi vida), bajo la noche endiabladamente fría me dejé llevar y disfruté.