domingo, 27 de noviembre de 2011

19 Clark Street


(Foto Benito)

Ayer tarde noche, como si de una película se tratara accedí al local de la calle Pozo Hilera ataviada con un vestido blanco y negro. Al entrar, un individuo atractivo me indicó donde estaban situados los invitados al espectáculo. Un saxo sonaba al fondo, y sobre una mesa de mármol dormía mi bourbon. Siempre quise llegar allí, y ahora estaba entrando en mi novela.
Después de algunos minutos, busqué entre los presentes a Peter, el inspector jefe de la policía de Chicago pero no había podido acudir a la cita, tenía un aviso de última hora. Mi secretaria Josephine se había quedado rematando el postrero caso que había entrado en la agencia. Donald, sí estaba, junto a Betty, no porque estén liados, sino porque en la vida real son pareja.
Por otro lado estaba Rachel, junto a Ted, el policía novato, estaban comentando algo relacionado con un vestido azul. Carlo estaba junto a una joven bailarina del local, y Joe besaba apasionadamente a Marilyn mientras Molly sonreía. Oswaldo miraba de reojo a los asistentes, posiblemente buscaba a Peggy, la mujer del muerto.
Eran las nueve de la noche. Yo, Margot Taylor informo que fue una de las mejores noches de mi vida, aunque no haya habido cadáver y no tenga ningún caso que resolver, lo que sí tengo son una gran familia y buenos amigos.
Nos vemos en el próximo caso...