Ayer noche fuimos a declamar algunos poetas al Museo de la Automoción, aquí en Salamanca, para recaudar fondos que enviar a Haiti.
Además de poesía hubo música, de esas que saben a mucho, de esas de cerrar los ojos y desconectar. Y descubrí a Andrés Sudón, un cantautor de esta tierra desconocido y ahora enamorada de él...bueno, de su música.
Estaba nerviosa, como siempre. Subir a un escenario a recitar me revolotea el estómago, como mariposas enamoradas, mas fue por una buena causa.
Gracias a todos por acudir a la llamada.
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